1ª: ERES EL MÁS BARATO DE LA COMPETENCIA PARA ESE SERVICIO
Cuando un cliente llama a varios centros preguntando por el precio de un servicio concreto, lo que busca es encontrar el más barato para ir a esa clínica.
Si tú no eres el más barato no digas el precio; será una pérdida de tiempo; ese cliente no va a ir a tu clínica, irá a aquella que le diga el más bajo.
En caso contrario, da el precio y además comenta que eres el más económico.
2ª: LOS PRECIOS DE ESE SERVICIO SON SIMILARES A LOS DE LA COMPETENCIA
Debemos de conocer los precios de los servicios más básicos (consulta, vacunaciones, castración, limpiezas de boca, pruebas diagnósticas,…) de la competencia, y en el caso que sean similares al nuestro; una vez explicado el servicio (ver punto 3) podernos darle el precio.
3ª: ES UN CLIENTE NUESTRO
Podemos identificar si es cliente nuestro, preguntándole el nombre y apellido o nombre de la mascota, y comprobándolo en el programa informático de gestión.
En caso afirmativo, antes de dar el precio, explicar detalladamente, con palabras que entienda el cliente y comentando el porqué se hace eso, todo el alcance del servicio; hacer un silencio de 3-4 segundos, y preguntar ¿lo ha entendido, tiene alguna duda?… y luego dar el precio de forma clara y asertiva.
4ª. NOS LLAMAN PARA UNA URGENCIA
Es un cliente nuestro, o puede ser cliente de otro centro (entramos en un rotatorio o nos llaman porque nos han visto en algún medio de comunicación). Es preciso decir el precio la consulta y comentar que será más porque habrá que hacer pruebas y posiblemente poner un tratamiento. Recordando que traiga dinero o una tarjeta.
5ª: NOS LLAMA UN COMPAÑERO CONOCIDO, DE CONFIANZA
Puede llamarnos un compañero para preguntar el precio de un determinado servicio. Si le conocemos, es de nuestra confianza y vamos que la respuesta no es para un uso malintencionado, sino para algo que puede ser beneficioso para los 2, es lógico y razonable dárselo. En caso contrario es mejor decir no, que dar un precio inferior o superior.
6ª: NOS LLAMAN PARA UN SERVICIO QUE SÓLO OFRECEMOS NOSOTROS
Imaginemos que somos un hospital que tiene un TAC, une quipo de RM, o somos especialistas en algo, como muy específico, como por ejemplo: oftalmología, dermatología, medicina felina,… Lo primero será preguntar si nos llama por referencia de algún veterinario, y en caso afirmativo preguntar quién. Si no es un cliente referido, explicar detalladamente el servicio y al final dar precio.
Si fuera un cliente referido, preguntar por la información que le facilitado el veterinario remitente, y tratar de citarle en ese momento; sin hablar del precio.
En cualquiera de los 5+1 razones, SIEMPRE, AL FINAL, indicar: “Tengo un hueco para mañana/el día que sea/ tal hora. ¿Le doy cita ya?” No hay que dejar que el cliente se lo piense más o se arrepienta.
Si nos dice que no; tratar de coger su nombre y número de teléfono; para poder hacer, si interesa, un seguimiento.
Acabo de publicar un reciente artículo en la revista Business Veterinary Magazine, Nº 3, diciembre 2016. Os lo podéis descargar clicando en:
¿Cómo dar un precio de un servicio veterinario?