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Para sobrevivir y crecer en un entorno cambiante y competitivo, las clínicas veterinarias (como cualquier otra empresa), tienen que convertirse en organismos vivos que se desarrollen en equilibrio dinámico con el entorno con el que interactúa.

LA EMPRESA COMO ORGANIZACIÓN ABIERTA

Los sistemas vivos son habitualmente abiertos, es decir, dependen de su medio ambiente para sobrevivir y desarrollarse y están sometidos a influencias y transacciones con el mundo exterior.

Una empresa está sometida al impacto de su entorno PESTEL (Político, Económico, Social, Tecnológico, Ecológico, Legal), de sus clientes (Mercado/s), de su competencia, de sus proveedores,…; y debe adaptar su estrategia en función de todos ellos, para definir la estrategia más exitosa para su supervivencia (Que es crecer; ya que si no, no serás competitivo y desaparecerás; porque decrecerás).

Las empresas deben de conseguir un equilibrio dinámico entre su estrategia y su entorno y medio ambiente.

¿CÓMO INFLUYE LA ESTRATEGIA EN LOS RECURSOS HUMANOS?

Los cuatro pilares, basados en los recursos humanos, sobre los que una empresa deberá asentar su misión en este entorno cambiante son:

  • Estrategia
  • Cultura
  • Personas
  • Procesos

En relación a la ESTRATEGIA, ésta debe ir orientada a construir una organización que aprenda, es decir, una empresa que tenga capacidad de tomar las mejores decisiones basadas en la información disponible, su análisis y valoración posterior, y la puesta a disposición de las personas con las competencias adecuadas para decidir y poner las mejores estrategias, con el objetivo de conseguir el éxito empresarial.

Sólo gestionando el cambio continuo, podemos construir una empresa que sobreviva y se desarrolle.

El aprendizaje es un cambio en los conocimientos, habilidades y competencias de las empresas causadas por la formación y la experiencia.

En cuanto a la CULTURA, éste deberá fomentar los valores que fomenten el aprendizaje y aquellos relacionados con el cambio: flexibilidad, iniciativa y creatividad.

En cuanto a las PERSONAS, será necesario superar una serie de barreras naturales que obstaculizan el aprendizaje dentro de las organizaciones.

Barreras al aprendizaje y resistencias al cambio son las siguientes:

“Yo soy mi puesto”

Cuando a una persona se le pregunta sobre en qué consiste su trabajo y sus tareas, las define más a menos bien. Es como si viviera es un sistema cerrado, en el que el trabajo es algo mecánico. Es preciso buscar y poner en práctica nuevas tareas y responsabilidades adaptadas al entorno y al ambiente. Cada uno debe de ir desarrollando su puesto de trabajo, no somos trabajadores manuales dentro de los centros veterinarios.

Pensar las funciones de un veterinario propietario hace 25 años y las de ahora; quien las haya modificado y adaptado al cambio, seguro que tiene una clínica de éxito; el que no, si aún sobrevive, las estará pasando mal.

Es una asunción limitada de responsabilidades.

“El enemigo externo”

Siempre echamos la culpa a factores externos de la causa de nuestro fracaso o de nuestras malas estrategias. Siempre la culpa es de otros.

¿Quién no ha puesto como excusa a la crisis, a los clientes, a la competencia, a los bajos precios, a la mala praxis de otros compañeros, al intrusismo, a los colegios de veterinarios,…?

Pensemos en positivo y reconozcamos que la mayoría de las veces somos nosotros, pero no queremos verlo. Analicemos el problema y veamos origine, causas y responsables: seguro que estamos nosotros en el centro del mismo.

Quizás el enemigo es interno.

Es una búsqueda de culpables que ralentiza la búsqueda de soluciones concretas a situaciones determinadas.

La fijación de los hechos

Muchas veces pensamos que los cambios han venido de repente, y por eso pensamos en el corto plazo. La realidad es otra, los cambios no vienen de hechos repentinos ni de causas únicas, sino de procesos lentos, múltiples y graduales. Hay que saber leer el entorno, el mercado y la competencia.

Hoy día encuentro clínicas exitosas, clínicas estancadas y clínicas que van mal; seguro que las primeras supieron leer hacia dónde iba el sector y modificaron y adaptaron su modelo de negocio. ¿Cuántos de vosotros habéis hecho esto en los últimos 3-5 años?

Es una focalización excesiva en situaciones concretas como origen-causa de conflictos.

“La experiencia es un grado”

Me encuentro propietarios de clínicas dónde siempre sale a colación la antigüedad. Se confunde aprendizaje con experiencia.

Es un error considerar el aprendizaje únicamente en relación con la variable tiempo: “Yo llevo mucho tiempo ejerciendo de veterinario y por eso sé mucho y cómo funciona este negocio”. No voy a cambiar.

La experiencia puede ser una oportunidad para el desarrollo profesional, pero también puede ser una amenaza.

Es utilizar la antigüedad como argumento para evitar dinámicas de cambio.

“Mi jefe resolverá el problema”

Surgen problemas en la clínica de vez en cuando y en vez de analizarlos y tomar o ayudar a tomar las decisiones, se los pasamos al jefe, para que los resuelva. Perdemos una oportunidad de analizar hechos, ver causas-efecto y tomar, con tranquilidad, decisiones que nos harán desarrollarnos como profesionales y personas. Sed proactivos y comprometerse con la solución de situaciones incómodas en el trabajo.

Es eludir tus responsabilidades y dejar que otro se equivoque en tu lugar.

Finalmente, las empresas deben estar dotadas de PROCESOS que den respuesta a la estrategia que se ha definido con anterioridad. Aquí se incluyen: Dinámicas organizativas, relaciones internas, herramientas informáticas, procedimientos,… Que explicarán la mayor o menor eficiencia del funcionamiento global de la misma.

EQUILIBRIO ESTRATEGIA-CULTURA-PERSONAS-PROCESOS

Las personas ejecutan la estrategia, por lo que es de vital importancia que exista una integración equilibrada de dichas personas con la estrategia definida (al menos deben conocerla y respaldarla con sus comportamientos) y con las “formas de hacer”, es decir, con la cultura; y para poner en funcionamiento todo es preciso definir procesos que hagan a la empresa más exitosa y eficiente.

José Luis Villaluenga
José Luis Villaluenga
Empresario de profesión y biológo de formación, Profesor A. Facultad de Veterinaria UAX (Madrid), mi dedicación y pasión se centran en mostrar y acompañar en el camino de la gestión empresarial y marketing a los veterinarios de centros veterinarios en España y LATAM.

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