Mucha gente en las charlas o talleres, se te acerca en los descansos típicos del café, y te comenta; «Estoy pensando en montar mi propia clínica». En ese momento, se nos encienden todas las alarmas. La idea está bien, tener tu propio negocio, pero, ¿lo has estudiado a fondo?.
Si hay una realidad objetiva, es que hoy en día para montar cualquier negocio hay que estar más y mejor preparado que antes y tener un respaldo económico detrás para aguantar el primer año y medio mínimo en el caso de una microPYME. Y además 19 de cada 20 empresas de nueva creación no resiste su primer año de vida. Esto es así porque la competencia es mayor, el cliente potencial más exigente y con menor dinero disponible en el bosillo y además es más insensible a la publicidad, porque se les ha inundado y se sigue haciendo.
Además, la efectividad de los canales de publicidad también ha cambiado. La inversión mínima para poder montar una clínica veterinaria estándar que no desentone con respecto a la media también es mucho mayor que hace 20 años y, a diferencia de hace 20 años e incluso 10 años, la competencia se ha multiplicado exponencialmente porque el número de clínicas veterinarias se ha disparado, por lo que hay mayor oferta de centros para una demanda que no ha crecido en la misma proporción.
Hemos pasado de abrir la puerta y esperar a que entren, y saber que iban a entrar, a tener que lograr que el cliente quiera entrar en mi centro y no en otro, y luego lograr que vuelva. Por tanto, ya no se trata de montar una clínica. Se trata de montar una estrategia de llegada al mercado, que esté alineada con un modelo de negocio, el cual debe estar plasmado en un plan de negocio, que debe contener puntos como, plan de marketing, plan financiero y plan de contingencia, entre otros muchos. Y aun así, deberemos de asumir que ingresaremos menos de lo previsto y gastaremos más. Por tanto, se trata de profesionalizar la creación del negocio, porque si no, si lo monto y ya, puedo esperarme un fracaso rotundo, sopena que lo monte en un área demográfica donde haya una necesidad evidente, pero esto es muy raro. Permitidme una expresión de andar por casa, pero allá donde hay más de 10 casas juntas, nace una clínica veterinaria, incluso aunque no haga falta.
Por tanto, la mejor opción para alguien que quiera montar su clínica veterinaria hoy en día es profesionalizar la gestión de su nuevo centro e invertir dinero en diseñar bien el modelo de negocio y el proyecto, lo contrario puede salirle realmente caro.