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Hoy vamos a escribir sobre cómo retener el talento millenial. Muchos gerentes o dueños de clínicas nos escriben o nos llaman y nos cuentan que su mayor quebradero de cabeza es el personal y sobre todo como retener el talento millenial. Primero de todo, hay que diferenciar entre talento millenial y trabajador millenial. ¿A qué me refiero?, a que todos los trabajadores actuales de 30 años son millenials. Es decir, todos van a tener unas exigencias comunes a su generación y un comportamiento común a su generación. Y por supuesto no todos son talentosos. Por tanto, primeramente, vamos a recordar cómo son los millenials.

  1. Desapegados y centrados en el “yo” no en el equipo.
  2. Tendencia al cambio.
  3. Tendencia a la colaboración o trabajo en equipo sólo si lo que les interesa.
  4. Acostumbrados a la abundancia y a los derechos de facto, generalmene, con ausencia de trabajo duro y esfuerzo.
  5. No acostumbrados a recibir un NO por respuesta, ni a la frustración que supone.
  6. Digitales.
  7. No tendencia a los compromisos. (Huyen de un trabajo para toda la vida).
  8. Experienciales.
  9. Exigentes (En muchos casos, caprichosos).
  10. Pensamiento diferencial (creen en otra nueva forma de pensar y hacer las cosas).

Estas características son comunes a toda una generación, por lo que la generación anterior, o incluso los baby bommers, (que ahora tendrán 55-65 años), pueden considerarlos egocéntricos, caprichosos, y “vagos” porque no tienen en su forma de vida “matarse” a trabajar. La buena noticia es, que aunque la generación millenial tiene estas características, los buenos, son muy brillantes, y a esos es a los que hay que buscar, encontrar, desarrollar y mantener el tiempo que ambos determinéis.

¿A qué me refiero con esto? En Madrid o Barcelona, hay hospitales muy “sexys” para un trabajador millenial, espaciosos, bonitos, con especialistas, etc. Los millenial buscan trabajar en un sitio “trendy o sexy” porque ellos lo merecen, porque para emplear su tiempo, mejor en un sitio así.

No ven vuestro esfuerzo por mantener vuestras clínicas, ni entienden y además no les importa que no todo el mundo puede pagar lo que cuesta construir hospitales de gran calado. Por tanto, si quiero retener a mis mejores trabajadores, tengo que apostar por ellos y darles unas condiciones laborales capaces de competir; porque son diferentes a las condiciones de un gran hospital. Por tanto, la mejor forma de retener el talento es, buscarlo, desarrollarlo, y ser la mejor versión de ti mismo como jefe y de tu clínica como centro, para que no se quieran marchar.

Por poner un ejemplo práctico, tus mejores empleados tienen que progresar, tienen que hacer carrera laboral en tu centro, y por tanto tu centro tiene que mejorar, con mejor maquinaria, mejores horarios, etc. Es decir los millenials valoran mucho trabajar en un proyecto en mejora continua y por tanto en continuo cambio. Esto es una gran ventaja para los gerentes y dueños de los centros, porque para retener a estos trabajadores vas a tener que estar en proceso de mejora continua, lo cual te llevará a no dormirte en los laureles y a medio plazo, los resultados de tu centro mejorarán notablemente. Debes dejarles participar y opinar, muchas veces te dirán cosas que no te gusten, pero en su brutal sinceridad radica uno de sus mejores valores, ya que son una fuente de mejora continua. Esto conllevará una relación Win-Win para empresa y empleado, que es de lo que se trata finalmente.

Es una cuestión de darle la vuelta a la tortilla, el millenial busca un sitio a la altura de sus altas expectivas para trabajar, perfecto, démosle ese sitio y a la par, exijamos que nos revierta con el máximo esfuerzo e implicación. Un win-win es la única vía de entendimiento y de justicia empresarial y laboral para ambas partes.

Poniendo un ejemplo práctico:

Para un millenial trabajar en una clínica de horario partido sin medios, que se trabaje los sábados por la mañana o casi todos los fines de semana como norma no es sexy. Y por tanto a la menor brevedad posible me cambiaré. Si además me pagan regular o mal, no me pagan las horas extras, no cotizo todo mi sueldo, etc. pues todavía me cambiaré más rápido.

La gran aportación millenial al sector veterinario:

Siendo justos, hay que reconocerles que en algo tienen razón, hacen bien en no aceptar ofertas de empleo con condiciones horrendas que nosotros nos veíamos obligados a aceptar cuando empezábamos. Y precisamente esa negativa es su gran aportación al sector. Gracias en parte a ellos, se está empujando un convenio laboral y se están dignificando laboralmente un sector al que le hacía falta un “lustre” en este aspecto. A este respecto, ésta me parece la gran aportación millenial al sector veterinario de esta generación.

Pero, ¿tienen talento todos los millenials? ¿Están a la altura de lo que piden?

Esta es la pregunta clave, Lo importante no es si son millenials o no, es si tienen talento o no, y por la sobreprotección y abundancia en la que esta generación ha vivido, todos los millenials se consideran con talento, y no es así. Los hay mediocres y malos, y los hay magníficos.

Pero todos están educados en una cultura de abundancia, son una generación que afortunadamente ha podido viajar, ha podido ir a la universidad, vivir fuera, hacer masters, digital, etc.  sin hacer ningún esfuerzo especial para lograrlo, simplemente sus padres se lo dieron, la mayoría no lo trabajó, no se lo curró, no trabajó y estudió a la vez, no trabajó de noches para pagarse la carrera, etc.

Y por tanto tienen un alto concepto de sí mismos por el hecho de que es lo que llevan recibiendo toda la vida que son por derecho de facto. Y nadie les ha parado a decir un NO o no han valorado en su medida real lo que han conseguido. La mayoría piensan que han hecho un gran esfuerzo por estudiar fuera o sacarse una carrera o un master, cuando en realidad la educación es un regalo y una oportunidad para tener una vida mejor, que sus padres les han regalo a costa de mucho esfuerzo.

Por tanto, si un trabajador millenial del montón entendiendo esta expresión por una persona sin un talento especial para un área técnica o para dirigir un equipo, o para atender a los clientes, se marcha de tu centro, porque cree haber encontrado algo mejor, estupendo gracias por participar. Y si se va a la competencia tanto mejor, el problema para otro.

Al final te interesa tener un equipo balanceado, no puedes tener genios en todo.

Si pensamos en un equipo clínico, como en un equipo de futbol, debe haber todos los perfiles posibles, y tiene que haber una suma de talentos conjunta, y el que crea que debe jugar más en el campo y por tanto quiere irse a otro equipo donde juegue más, perfecto que se marche. Sois el entrenador, y y el entrenador decide quien juega y quien no.

Es decir, vosotros decidís quien opera, quien se forma, quien hace los mejores horarios etc. Utilizad esos recursos para conservar a la gente valiosa y los demás trabajadores, si quieren jugar en equipo, perfecto, pero si se tienen una percepción de sus capacidades y de sí mismos que no corresponde con vuestra evaluación de su rendimiento y llega el momento que se marchan, perfecto No podéis pagar mediocridad a precio de talento, eso mata una empresa.

Finalmente recuerda: forma a los buenos, para que puedan marcharse, trátalos bien para que quieran quedarse (R. Branson). Y deja ir al resto, y si es posible a tu competencia, mejor.

Daniel Gutiérrez velasco
Daniel Gutiérrez velasco
Empresario de profesión y veterinario de formación de licenciatura, mis interés a medida que he desarrollado mi carrera profesional, se han centrado en el área de marketing y ventas y transformación digital.

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