Todos ya nos vamos familiarizando con la palabra EBITDA, que en realidad es el beneficio neto de una empresa antes de amortizaciones, depreciación, intereses e impuestos. Es decir, lo que queda después de los costes de las compras y los costes fijos (salariales y estructura).
Hay muchas formas de incrementar este beneficio, desde aumentar los ingresos y mantener costes, aumentar los ingresos y reducir costes, mantener ingresos y reducir costes, reducir los ingresos y reducir más los costes (esto es muy difícil), …
Vamos a tratar aquí de la reducción de los costes de un servicio externo que es muy frecuente en las clínicas de nuestro país: un ecografista externo que se desplaza periódicamente a la clínica.
Esto ocurre muchas veces, incluso disponiendo de un ecógrafo propio, pero que nadie lo usa porque no se siente seguro en su manejo como técnica diagnóstica. A veces son ecografías especiales, como por ejemplo, ecocardiografía; equipo y sondas que no se tienen en el centro.
Pues bien, cada vez que viene el ecografista externo nos cobra una cantidad por desplazamiento; por ejemplo, nos cobra 60 euros por la ecografía y de ellos 15 por desplazamiento, y muchas veces para una sola ecografía.
Esto es anti rentable para la clínica (que además tiene que cobrar más que otras clínicas de la zona dónde si hacen las ecografías con el equipo propio) y para el ecografista (Ese día tiene por la tarde 4 clínicas diferentes y hace 1 sola ecografía en cada una de ellas).
¿Cómo actuar?
LA CLÍNICA
Tratar de centrar todas la ecografías un día a la semana, pactando con el ecografista un día y en un horario que venga bien a ambos.
Los veterinarios, sabiendo que por ejemplo el ecografista viene todos los jueves por la tarde, recomendarán más ecografías, se harán diagnósticos más certeros, se instaurarán tratamientos más acertados y todos ganarán (mascota, propietario, clínica).
Si ese día hace 4 ecografías, el externo cobrará 45 x 4 = 180 euros + 1 sólo desplazamiento, 15 euros.
Coste para la clínica 195 euros, en vez de 240. Más otros costes indirectos de la clínica, que no están incluidos aquí.
EL ECOGRAFISTA EXTERNO
Negociar un acuerdo con la clínica.
Podrá agendar mejor su trabajo diario, menos estrés, menos kilómetros.
Rentabilizará mejor su tiempo y su trabajo.
4 ecografías sueltas en la misma clínica, en días diferentes, le repostarán 240 euros, pero el coste se reducirá ya que tendrá que hacer un solo desplazamiento. Además seguro que hará más ecografías en esa clínica.
¿Habéis probado a hacerlo vosotros?
No obstante, nuestra recomendación es que utilicéis al máximo el ecógrafo en vuestro centro veterinario con personal interno veterinario, formado y especializado en pruebas de imagen. Siempre saldrá más rentable que contratar a un externo.
Un ecógrafo comprado y no usado, es un “perchero” y sólo sirve de adorno y para dejar la ropa encima.
El ecógrafo es uno de los equipos más rentables de un centro veterinario, hasta el punto que lo es más que el equipo de radiología. Si se maneja adecuadamente.
En el año 2016, en Marbella, en el XII Congreso Andaluz de Veterinarios, nos aceptaron una Comunicación Libre, sobre “Cómo hacer rentable un equipo de ecografía en 2 años”. El objetivo para rentabilizarlo es conseguir 10/60; es decir, 10 ecografías al mes y cobrar cada una a 60 euros. Así obtenéis rentabilidad un equipo medio de unos 10.000 euros (IVA incluido) a partir de finales del 2º o comienzos del 3º año.
Si estáis interesados en que os enviemos el póster con la comunicación libre, nos lo podéis solicitar en el correo jlvillaluenga@rentabilidadveterinaria.es